¿Qué significa ser gran tenedor en Cataluña?

¿Qué es un gran tenedor en Cataluña y cómo afecta al alquiler de vivienda?

¿Tienes varias viviendas en Cataluña y estás pensando en alquilarlas? Entonces, seguramente te interese saber qué significa ser gran tenedor en Cataluña y qué implicaciones tiene en el mercado del alquiler.

En este post de Wolo te damos toda la información para alquilar tu vivienda de manera legal siendo gran tenedor en dicha comunidad autónoma.

¿Qué se considera un gran tenedor en Cataluña?

La figura del gran tenedor no es nueva, pero ha cobrado mucha relevancia con la última Ley estatal de Vivienda y su aplicación en las comunidades autónomas.

La nueva ley, que dos años después de su aprobación todavía sigue siendo objeto de debate, introdujo varios cambios que perseguían facilitar el acceso al alquiler a los inquilinos con menos recursos, por un lado, y restringir la subida de precios en las llamadas zonas tensionadas.

Dicho esto, la ley considera grandes tenedores a los propietarios de viviendas que cumplan una de las siguientes condiciones:

  • Las personas físicas o jurídicas que poseen más de 10 viviendas de uso residencial (excluyendo garajes y trasteros)
  • Quienes suman más de 1.500 m² construidos destinados a este mismo uso.

Sin embargo, en Cataluña, una de las comunidades con los precios del alquiler más elevados, la normativa autonómica ha ido un paso más allá.

Así, en Cataluña se considera gran tenedor a quien tenga 5 o más viviendas situadas en zonas tensionadas, aunque no supere los 10 inmuebles o los 1.500 m² edificados.

Esta definición más restrictiva se aplica en municipios donde el precio del alquiler se ha disparado y dificulta el acceso a la vivienda a los inquilinos más vulnerables.

¿Qué supone ser gran tenedor en Cataluña?

No es lo mismo alquilar una vivienda como pequeño propietario que hacerlo como gran tenedor. La ley impone condiciones específicas a estos últimos, sobre todo en zonas con alta demanda de vivienda.

Por eso, si eres gran tenedor en Cataluña (5 o más viviendas en propiedad), debes cumplir con lo siguiente:

1. Debes respetar el índice de precios del alquiler

En zonas tensionadas, el alquiler debe ajustarse a un índice de referencia oficial publicado por el Ministerio de Vivienda. Esto evita que el precio supere lo que marca el mercado según las características del inmueble.

En otras palabras, tienes libertad para fijar la renta que desees siempre que no supere el precio máximo que fija el índice estatal.

2. No puedes subir el precio libremente

Si ya habías alquilado esa vivienda antes, no puedes subir el precio en un nuevo contrato, salvo que hayas hecho obras de mejora o se haya producido un cambio relevante en las condiciones del alquiler.

3. Obligación de aportar documentación

Cuando alquilas como gran tenedor, el contrato de arrendamiento debe incluir, además de las cláusulas “típicas”, lo siguiente:

  • El certificado del índice de precios
  • La declaración responsable de que eres o no gran tenedor
  • Una copia del contrato anterior para comprobar el alquiler que pagaba el inquilino anterior

4. Reglas específicas en caso de desahucio

Ante un impago del inquilino, al ser gran tenedor, la ley exige que el propietario haya intentado una negociación previa o mediación antes de iniciar un proceso judicial, especialmente cuando el inquilino es una persona económicamente vulnerable o tiene hijos a su cargo.

Como vemos, la mayor desventaja para los grandes tenedores es, sin duda, la imposibilidad de alquilar por encima de cierto límite, algo que sí pueden hacer los pequeños propietarios siempre que la renta del contrato anterior fuera superior a la marcada en el índice.

¿Qué ocurre si eres gran tenedor en Cataluña y no cumples estas obligaciones?

Si un gran tenedor en Cataluña no cumple con dichas obligaciones, ya sea de manera intencionada o por desconocimiento, puede enfrentarse a las siguientes situaciones:

  1. Sanciones económicas: la falta de inscripción en el Registro de Grandes Tenedores o el incumplimiento de otras obligaciones conlleva multas que van desde los 9001€ hasta los 90000€, según la ley catalana del derecho a vivienda.
  2. Dificultades en procedimientos judiciales: se podría negar un desahucio por no haber realizado la oferta previa de alquiler social o enfrentarse a problemas en reclamaciones de renta.
  3. Restricciones en la gestión de inmuebles: el incumplimiento puede limitar la capacidad del gran tenedor para actualizar precios de alquiler y afectar a la rentabilidad de sus inversiones, según lo establecido por la ley.
  4. Imposibilidad de acceder a convenios o negociaciones con la administración: el no cumplir con las obligaciones de gran tenedor también podría dificultar la colaboración con entidades públicas y la participación en programas de vivienda.
  5. Posibles reclamaciones de inquilinos: los propios arrendatarios podrían solicitar indemnizaciones o reducciones de renta como resultado del incumplimiento del gran tenedor.

¿Esto afecta solo a grandes fondos o también a particulares?

Es una de las dudas más habituales. Y la respuesta es que sí. Si eres particular pero tienes 5 pisos o más en una zona tensionada, también eres considerado gran tenedor. Es decir, no es solo cosa de bancos o fondos de inversión, también afecta a propietarios individuales con varias viviendas.

¿Cómo saber si una vivienda está en una zona tensionada de Cataluña?

Puedes consultar si un municipio está declarado como zona tensionada en la web oficial del Ministerio de Vivienda o en los portales habilitados por la Generalitat. En este otro artículo de Wolo también encontrarás una tabla con las zonas de alquiler tensionado en la comunidad.

¿Sigue siendo rentable el alquiler a pesar del límite a los precios?

Aunque el nuevo marco normativo limita el precio del alquiler en zonas tensionadas a los grandes tenedores, esto no significa que alquilar deje de ser rentable. Al contrario: la alta demanda de vivienda en estas áreas garantiza una ocupación rápida y estable.

Hay que tener en cuenta que son zonas donde los inquilinos buscan permanecer a largo plazo (sobre todo en Barcelona y alrededores), lo que reduce la rotación y te permite tener ingresos continuos sin largos periodos de vacío.

Además, los precios máximos fijados por el índice de referencia siguen siendo competitivos y permiten una rentabilidad más que razonable, sobre todo si adquiriste la vivienda hace años o ya está amortizada.

Por otro lado, contar con un servicio como Wolo elimina el principal riesgo que preocupa a los grandes propietarios: la morosidad. Con nuestro modelo de alquiler seguro, cobras todos los meses pase lo que pase, de forma puntual y sin límite de tiempo: el servicio de Alquiler Garantizado.

Igualmente, nos ocupamos de encontrar perfiles solventes, gestionar todo el papeleo, hacer el seguimiento del contrato, informarte de las hipotéticas incidencias y de los costes del desahucio, si llegara a ser necesario.

En un contexto donde el marco legal es más exigente y cambiante, delegar la gestión en un equipo profesional no solo te ahorra tiempo y preocupaciones: también protege tu inversión.

Con Wolo, lo único que tienes que hacer es decidir que quieres alquilar. De proteger tu dinero, nos encargamos nosotros.

Cómo se registrar un contrato de alquiler en España

¿Cómo se registra un contrato de alquiler en España?

En el proceso de alquiler de una vivienda en España, muchas personas se preguntan si es necesario registrar el contrato de alquiler.

Aunque no es obligatorio, hacerlo puede proporcionar beneficios tanto para el arrendador como para el inquilino. A continuación, te explicamos todo lo que debes saber sobre el registro de un contrato de alquiler.

¿Es necesario registrar un contrato de alquiler?

Como decimos, en España no es obligatorio registrar un contrato de alquiler, pero puede ser recomendable en ciertos casos, ya que proporciona una mayor seguridad jurídica en caso de disputas y asegura que el contrato tenga un valor probatorio ante los tribunales.

Además, si el contrato se registra y el propietario decide vender la vivienda alquilada, el comprador deberá respetar ciertas condiciones pactadas con el inquilino en origen (duración, prórrogas…).

¿Cuáles son los pasos para registrar un contrato de alquiler?

En caso de que el propietario (o el inquilino, aunque es menos común) decida registrar el contrato de arrendamiento, deberá seguir los siguientes pasos:

1. Redacción del contrato

Es fundamental que el contrato de alquiler se redacte por escrito y contenga todos los detalles necesarios, como la identificación de las partes, la descripción de la propiedad, la duración del contrato, la renta mensual y cualquier cláusula adicional.

2. Acudir a un notario

Ambas partes, propietario e inquilino, deben acudir a un notario para elevar el contrato a escritura pública. El notario verificará la legalidad del documento y dará fe de las firmas de los contratantes. Por supuesto, el coste del notario deberá pactarse, si lo paga el propietario, el inquilino o ambos.

3. Registro de la Propiedad

Con la escritura pública en mano, se debe acudir al Registro de la Propiedad correspondiente para inscribir el contrato.

También es cierto que algunas comunidades autónomas tienen su propio Registro de Contratos de Arrendamiento de Vivienda, en el cual se debe presentar el contrato para su inscripción.

4. Pago de tasas

El registro del contrato conlleva el pago de tasas, cuyo importe varía según la comunidad autónoma y el valor del contrato.

5. Conservar documentación

Por último, siempre es importante conservar una copia del contrato sellada por el Registro de la Propiedad como comprobante.

¿Registrar el contrato protege contra los impagos del inquilino?

La verdad es que registrar el contrato no reduce la posibilidad de impago del inquilino, ni da al propietario más herramientas legales de las que tendría sin un contrato registrado.

Dicho esto, la mayoría de los inquilinos cumplen con sus responsabilidades, y que cada día, miles de propietarios alquilan sus propiedades sin problemas. A pesar de esto, existen dos formas de protegerte frente a los impagos:

  • La primera estrategia es la prevención, es decir, seleccionar al inquilino más solvente de todos los interesados. Para ello, es recomendable realizar un análisis de solvencia, pidiendo documentación como el contrato de trabajo, el último recibo de alquiler y las tres últimas nóminas. De esta forma, podrás asegurarte de que el inquilino podrá afrontar el pago sin inconvenientes.
  • La segunda forma es solicitar al inquilino garantías económicas adicionales, especialmente un aval bancario, un aval solidario o, sobre todo, un seguro de impago. Así, según las condiciones pactadas, el propietario podrá acudir a terceros a los que reclamar la deuda en nombre del inquilino.

Wolo, la plataforma inmobiliaria del alquiler seguro ilimitado

En Wolo te ofrecemos mucho más que un simple seguro de impago: te ofrecemos un alquiler seguro para que sigas cobrando la renta de manera indefinida hasta que se produzca el desahucio del inquilino (de cuyos trámites también nos encargamos nosotros).

Además, también nos encargamos de todo lo que supone poner tu vivienda en alquiler: creación del anuncio, difusión, visitas y análisis económico de los candidatos. Tú solo tendrás que aprobar al inquilino propuesto, revisar y firmar el contrato de manera online.

Si eres propietario de una vivienda vacía y te gustaría obtener ingresos pasivos garantizados, alquílala con Wolo y disfrutarás de la tranquilidad que supone tener tu dinero asegurado pase lo que pase y sin límite de tiempo.

Consejos para enseñar un piso para vender

Cómo enseñar un piso para vender: los 5 consejos más prácticos

Vender un piso no es solo cuestión de publicar unas fotos y esperar llamadas. Si decides enseñar tu vivienda por tu cuenta, hay algo fundamental que debes tener claro: una visita bien gestionada puede ser la clave para cerrar la venta.
Y no se trata únicamente de abrir la puerta y mostrar habitaciones, sino de saber preparar, presentar y transmitir el valor de tu casa.

Por eso, en este artículo te damos los 5 consejos más prácticos que te ayudarán a enseñar tu piso con éxito y a aumentar las posibilidades de convencer a los compradores desde el primer minuto.

1. La importancia de causar una buena primera impresión

El primer paso para enseñar un piso es prepararlo con mimo. El comprador potencial debe poder imaginarse viviendo en esa casa, así que conviene eliminar todo lo que le impida conectar con el espacio.

Asegúrate de limpiarlo todo en profundidad: suelos, puertas, ventanas, baño, cocina…

Además, despersonalizar el ambiente ayuda mucho. Si retiras fotos familiares, recuerdos de viajes o colecciones personales, dejas que la persona vea el piso como un lugar neutro, más fácil de proyectar como propio.

También es importante ordenar y despejar. Un salón sobrecargado o una habitación con demasiados muebles pueden parecer más pequeños de lo que realmente son. Cuanto más espacio se perciba, mejor.

La luz natural es otro factor clave. Siempre que sea posible, enseña la vivienda durante el día y con las cortinas abiertas y, si el piso tiene buena orientación, este detalle marcará una gran diferencia en la percepción del comprador.

2. Elige bien cuándo y cómo enseñar

El momento de la visita también influye. Siempre que puedas, agenda las visitas en horas de luz y evita momentos de tráfico o ruidos molestos en el entorno. Si es una zona con mucho movimiento, evita los horarios escolares o los fines de semana muy concurridos.

Y si tienes varias personas interesadas, es mejor que vean el piso por separado. Una visita individual permite observar con tranquilidad, hacer preguntas sin incomodidad y concentrarse en los detalles que le interesan.

Y muy importante: escucha. Muchas veces, entender lo que busca el comprador es más valioso que solo mencionar todas las cualidades del piso.

3. Adapta tu discurso al perfil del comprador

Uno de los errores más comunes al enseñar una vivienda es dar siempre el mismo mensaje, pero no todos los compradores buscan lo mismo. Como hemos dicho antes, hay que escuchar y personalizar el discurso al perfil del comprador.

Si el visitante es una pareja joven, puede valorar más la cercanía a colegios o parques, mientras que un inversor quizás pregunte por la rentabilidad del alquiler. Saber leer a la persona que tienes delante y adaptar tu discurso a sus intereses demuestra profesionalidad, pero también te permite conectar emocionalmente y destacar lo que esa persona valora.

4. Sé siempre transparente y sincero

A la hora de hablar del estado del piso, no escondas defectos. Si hay algo que necesita reparación o mejora, es mejor mencionarlo abiertamente: la sinceridad genera confianza.

Estas “taras” de la vivienda, aunque debes comunicarlas, puedes suavizarlas destacando los puntos fuertes de la vivienda: cómo está distribuida, si se han hecho reformas recientes, qué tipo de vecinos hay, qué servicios hay cerca o si la finca tiene ascensor, parking o zonas comunes.

Además, no olvides preparar toda la documentación que pueda ser de interés: el certificado energético, los últimos recibos de IBI, los gastos de comunidad, los planos o incluso los últimos recibos de suministros. Tener esta información a mano transmite seriedad y puede acelerar mucho el proceso de decisión.

5. Haz un buen seguimiento tras la visita

Una vez haya terminado la visita, no des por hecho que si el comprador no llama es porque no está interesado. Muchas veces necesita tiempo para pensarlo, o tiene dudas que no se atreve a plantear en el momento.

Un breve mensaje de seguimiento, al día siguiente, puede marcar la diferencia. Pero no se trata de presionar, sino de mostrar interés y disponibilidad: preguntar si tiene alguna pregunta, si necesita más información o si quiere volver a ver el piso. Este gesto puede reactivar una decisión que estaba en pausa.

¿Y si lo deja todo en manos de una agencia?

Aunque vender un piso por cuenta propia puede parecer una buena forma de ahorrar, la realidad es que contar con una agencia inmobiliaria supone una gran ventaja.

Efectivamente, las agencias no solo te ayudan a filtrar visitas y evitar pérdidas de tiempo: también saben gestionar las emociones del comprador durante la visita y saben negociar desde la experiencia y la objetividad. Además, se encargan de todos los trámites legales y contractuales, evitando errores que pueden costarte tiempo y dinero.

Las agencias también disponen de acceso a canales profesionales, portales inmobiliarios y bases de datos que aumentan la visibilidad de tu vivienda. Y lo más importante: saben leer el mercado. Esto significa que te orientarán sobre el precio adecuado, los tiempos de venta realistas y los perfiles de comprador más probables.

¿Vender tu piso por tu cuenta o contar con una agencia como Wolo?

En Wolo nos encargamos de todo el proceso que implica vender tu piso, encontramos comprador en 45 días y solo pagas una comisión reducida si realizamos la venta, sin importar dónde ni cómo sea la vivienda.

Por tu cuenta Con Wolo
Atracción de compradores Limitada a portales generalistas Difusión profesional en canales de alta conversión
Filtrado de visitas Te enfrentas a visitas poco cualificadas Solo acuden compradores realmente interesados
Argumentario de venta Basado en tu experiencia como propietario Discurso emocional y estratégico adaptado a cada perfil
Negociación del precio Emocional y con poco margen de maniobra Negociación profesional enfocada en defender tu precio
Gestión legal y trámites A tu cargo, con riesgo de errores Todo el papeleo y gestión legal está incluido
Tiempo invertido Alto: llamadas, visitas, seguimiento… Mínimo: Wolo se encarga de todo el proceso
Probabilidad de venta Depende de tu experiencia Alta, gracias a una estrategia de venta validada

Si decides enseñar tu piso por tu cuenta, puedes hacerlo bien siguiendo los consejos que antes hemos visto. Pero si lo que buscas es vender rápido, al mejor precio y sin pagar comisiones abusivas, confiar en una agencia como Wolo es, sin duda, la mejor elección. No por nada somos la plataforma de propietarios de vivienda mejor valorada del país.

¿Es obligatoria la fianza en un contrato de alquiler?

¿Es obligatoria la fianza en un contrato de alquiler en España?

Cuando se firma un contrato de arrendamiento, surgen muchas dudas en lo relativo al dinero que el inquilino debe desembolsar. Una de las más frecuentes es si es obligatorio pagar la fianza, ya que existen otras garantías económicas que el propietario puede solicitarle.

En Wolo te explicamos si efectivamente es obligatoria la fianza, además de otras cuestiones relacionadas con esta cantidad de dinero.

¿Qué es la fianza de alquiler?

La fianza es una cantidad de dinero que el inquilino entrega al propietario al inicio del contrato como garantía del cumplimiento de las obligaciones del arrendamiento. Su finalidad es cubrir posibles desperfectos en la vivienda o impagos de rentas, sobre todo cuando el inquilino está a punto o ya ha abandonado la vivienda.

¿Es obligatorio pagar una fianza en España?

A diferencia de otras garantías económicas, la fianza es obligatoria por ley en los contratos de alquiler de inmuebles. Así lo establece la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) en su artículo 36. En concreto:

  • En viviendas: el inquilino debe entregar una fianza equivalente a una mensualidad de la renta.
  • En locales u otros usos distintos al de vivienda: se exige una fianza de dos mensualidades.

Por tanto, pagar la fianza no es una opción voluntaria, sino un requisito legal que debe cumplirse en todos los contratos de arrendamiento.

¿Dónde se deposita la fianza?

El dinero de la fianza no se lo queda el propietario, sino que, en la mayoría de comunidades autónomas, debe ser depositada en el organismo autonómico correspondiente. Por ejemplo, en Madrid debe hacerse en el IVIMA, en Cataluña, en el INCASOL, en Andalucía, en el AVRA, y en Valencia, en la DGTJ (Aquí se deposita la fianza según la comunidad autonóma). En Wolo ofrecemos el servicio de depósito de la fianza en estas cuatro autonomías.

Es el propietario quien tiene la obligación de depositarla, y puede ser sancionado si no lo hace. Es más, comprobar si la fianza está depositada o no es una de las varias formas que tiene Hacienda de detectar alquileres fraudulentos.

¿Cuándo se devuelve la fianza?

La fianza debe devolverse una vez finalizado el contrato y tras comprobar que la vivienda se encuentra en buen estado y no hay deudas pendientes. El plazo legal para devolverla es de un mes desde la entrega de llaves, aunque a veces es posible que la devolución tarde algo más en hacerse efectiva debido, sobre todo, a retrasos por parte del organismo donde se depositó.

Además de ser ilegal, no es recomendable aceptar la fianza como pago por el último mes. El riesgo es claro, ya que el propietario podría descubrir desperfectos en la vivienda después de haberle devuelto este dinero al inquilino.

¿Y si el contrato no dice nada sobre la fianza?

En ese caso, el contrato estaría incumpliendo la legalidad vigente. Aunque el acuerdo seguiría siendo válido entre las partes, el arrendador podría enfrentarse a sanciones si no deposita la fianza en el organismo correspondiente.

Además, la ausencia de fianza deja al propietario sin una garantía básica para cubrir posibles daños o impagos, por lo que siempre debe exigirle este dinero al inquilino.

¿Qué otras garantías puede pedir el propietario además de la fianza?

Como decimos, aunque la fianza está regulada y limitada por ley, el propietario puede pedir otras garantías adicionales, como son las siguientes:

Depósito de alquiler

El depósito adicional en un alquiler es una cantidad de dinero que el propietario puede solicitar al inquilino además de la fianza legal obligatoria, como garantía complementaria.

No está regulado de forma tan estricta como la fianza, pero sí tiene ciertos límites cuando se trata de viviendas habituales. Por ejemplo, no se puede solicitar un depósito de alquiler que sea superior a 2 meses de renta.

Aval bancario

El aval bancario, por su parte, es un acuerdo (contrato) al que llega el inquilino con una entidad bancaria para que, en caso de impago, sea dicha entidad la que pague al propietario la deuda del inquilino.

En función del tipo de póliza, el aval bancario servirá para cubrir rentas, suministros o desperfectos en la vivienda.

Una garantía parecida es el aval solidario, en el cual es una persona cercana al inquilino (un familiar, un amigo, etc.) la que se compromete a hacerse cargo de los supuestos impagos.

Seguro de impago

El seguro de impago de alquiler es una póliza que protege al propietario si el inquilino deja de pagar la renta. Así, en caso de impago, la aseguradora se encarga de abonar las mensualidades pendientes y, en muchos casos, también gestiona el proceso legal de desahucio.

La diferencia entre un seguro de impago y un aval bancario es que, en el seguro, el beneficiario es el propietario, mientras que en un contrato de aval el asegurado es el propio inquilino.

Vistas todas, hay que saber que estas tres garantías no son obligatorias por ley, por lo que propietario e inquilino tienen libertad para negociar. Lo único obligatorio, como decimos, es la fianza.

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En Wolo, somos la primera plataforma de propietarios de viviendas en ofrecerles el Alquiler Garantizado, un servicio único que protege siempre al propietario de los impagos.

A diferencia de los seguros de alquiler, nosotros ofrecemos a los propietarios cobertura ilimitada y sin tiempo de espera: recibirán su dinero desde el primer día de impago y sin necesidad de reclamar, ya que nuestro equipo actúa nada más detectar el impago.

Además, también cubrimos al propietario en caso de desahucio (la renta y los gastos judiciales), pagándole todo el tiempo que sea necesario hasta que se produzca el desahucio y recupere la vivienda, algo que no ofrecen los seguros de impago ni avales del tipo que sean.

Si estás pensando alquilar tu vivienda, ya sabes que puedes respaldarte con varias garantías adicionales, pero solo el Alquiler Garantizado de Wolo te protege por completo, pase lo que pase y por tiempo indefinido.

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¿Cuándo se puede echar a un inquilino sin contrato?

¿Cuándo se puede echar a un inquilino con contrato?

Como sabemos, mediante la firma del contrato de alquiler, el inquilino adquiere una serie de derechos (y obligaciones) que hace que “expulsarlo” de la vivienda no sea tan sencillo.

Sin embargo, la Ley de Arrendamientos Urbanos establece varios supuestos en los que un propietario puede rescindir el contrato de alquiler antes de tiempo, o lo que es lo mismo, puede obligar al inquilino a abandonar la vivienda.

En este artículo de Wolo te explicamos en qué casos es posible hacerlo desde el punto de vista legal.

Motivos legales para echar a un inquilino con contrato

Hay que saber que el propietario no puede desistir del contrato de alquiler. Es decir, una vez firmado, no puede arrepentirse y comunicar al inquilino que, al final, tiene que marcharse de la vivienda.

El derecho de desistimiento está reservado solo al inquilino, aunque debe cumplir ciertos requisitos, como permanecer en la vivienda al menos seis meses (o menos, si se pacta).

Así, no basta con querer recuperar la vivienda: el propietario necesita una causa legalmente justificada para poner fin al contrato antes de su vencimiento.

Y estas son las cinco razones más habituales:

1. Impago del alquiler o de suministros

El impago, ya sea del alquiler o de los suministros, es la causa “estrella” de los desahucios.

Si el inquilino deja de pagar el alquiler o los suministros básicos (agua, luz, gas), el propietario puede iniciar un proceso judicial de desahucio por impago, si bien lo recomendable primero es hablar con él para (intentar) comprender las causas del impago: insolvencia, descuido, olvido, etc.

2. Incumplimiento de cláusulas del contrato

El contrato de alquiler recoge determinadas obligaciones por parte del inquilino. Si este las incumple, por ejemplo, subarrendar la vivienda sin permiso, convivir con mascotas, realizar actividades molestas o ilegales, entre tantas otras, el propietario también tiene derecho a rescindir el contrato por incumplimiento, sin importar que el inquilino tenga intención de seguir pagando el alquiler.

3. Necesidad del propietario o familiares

Una vez transcurrido el primer año de contrato, el propietario puede recuperar la vivienda si necesita ocuparla él mismo o un familiar de primer grado (padres, hijos o cónyuge en caso de separación), siempre que esta cláusula esté indicada en el contrato.

Para ello, debe avisar al inquilino al menos con dos meses de antelación, y dispone de tres más para ocupar la vivienda (él o quien tenga derecho a ello). Pero, eso sí, si el inquilino demuestra que el propietario no se ha mudado a la vivienda, podría pedir una indemnización o bien regresar al inmueble.

4. Uso del inmueble para diferente fin al de vivienda

Aunque quizás sea un caso menos común, si el inquilino decide usar la vivienda para otro fin diferente al de residencia habitual, como usarla de oficina, despacho, almacén o incluso para subalquilarla como vivienda turística, el propietario puede rescindir inmediatamente el contrato de alquiler.

5. Fin del contrato y no renovación

Por último, otra manera de echar a un inquilino con contrato es, simplemente, no renovarlo.

Así, cuando el contrato y sus prórrogas obligatorias llegan a su fin, a los 5 o 7 años según si el inquilino es persona física o jurídica, el propietario puede decidir no renovarlo, siempre que lo comunique con 4 meses de antelación (el inquilino solo tiene que avisar treinta días antes, si su intención es no renovar el acuerdo).

¿Es posible “forzar” la marcha del inquilino?

Acabamos de ver las cinco principales causas por las que se puede expulsar a un inquilino con contrato. Pero igual de importante es saber que no se puede forzar su marcha recurriendo, por ejemplo, al cambio de cerradura o al corte de suministros, mucho menos a la violencia verbal o física.

Las causas (y los procedimientos) para rescindir el contrato deben estar recogidas en la ley, por lo que, si el propietario decide recurrir a estas técnicas para forzar la marcha de su inquilino, estaría incurriendo en un delito de coacción, castigado con penas de prisión en los casos más graves (agresiones, lesiones, etc.).

Además, por mucha frustración o estrés que genere, tampoco se debe recurrir a la coacción en los casos de okupación de la vivienda. Ante esta situación, el propietario debe denunciar al okupa y dejar que la justicia haga su trabajo, por muy lenta que a veces llegue a ser.

¿Y se puede echar a un inquilino que no tiene contrato?

Lo cierto es que un inquilino sin contrato tiene los mismos derechos y obligaciones que uno con contrato. Alquilar un piso “sin contrato”, además de ser perfectamente legal, significa que se ha hecho mediante un acuerdo verbal, pero no por ello ese acuerdo puede romperse con mayor facilidad que uno por escrito.

En otras palabras, el propietario debe acogerse a la misma ley que regula los alquileres con contrato, que no es otra que la propia Ley de Arrendamientos Urbanos, y evocar las mismas razones legales para echar al inquilino de la vivienda.

La diferencia, en un “alquiler verbal”, suele ser la dificultad para demostrar qué cláusulas se pactaron, qué condiciones, etc., por lo que el propietario estaría en una situación más desventajosa que si hubiera firmado un contrato escrito.

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En Wolo, además de haber revolucionado el concepto de inmobiliaria con nuestra gestión 100% online y transparente, ofrecemos a los propietarios una cobertura con muchas más ventajas que los seguros de impago tradicionales: nuestro servicio de Alquiler Garantizado.

  • Cobertura indefinida: a diferencia de los seguros convencionales que cubren entre 6 y 12 meses, nosotros te ofrecemos protección ilimitada durante todo el contrato de arrendamiento. Incluso en casos de desahucio, cubrimos la renta hasta que recuperes tu vivienda.
  • Pago inmediato desde el primer impago: sin periodos de carencia. Con Wolo, si tu inquilino deja de pagar, tú sigues recibiendo el alquiler desde el primer mes de impago, garantizando tus ingresos sin interrupciones.
  • Recuperación de la vivienda más rápida: si el inquilino incumple, iniciamos de inmediato tanto la negociación extrajudicial para recuperar la vivienda de manera voluntaria, así como el proceso judicial paralelo, para que el desahucio no se prolongue más de lo necesario.
  • Cubrimos todos los gastos legales: abogados, tasas judiciales y cualquier gasto relacionado con el desahucio o la recuperación del alquiler están completamente cubiertos por nosotros. Tú no tendrás que desembolsar nada.
  • Protección frente a daños y vandalismo: si tu vivienda sufre algún daño por parte del inquilino, nuestra cobertura incluye los costes derivados del vandalismo (hasta 3000 €) para que tu inversión esté siempre protegida.

Si eres propietario de una vivienda y quieres obtener beneficios mes a mes sin miedo a los impagos, alquílala con el alquiler seguro de Wolo (y con contrato escrito) y sigue viviendo con la tranquilidad que te mereces.

¿Me pueden subir el alquiler si no hay contrato escrito?

¿Se puede subir el alquiler cuando no hay contrato?

En España, es legal alquilar un piso sin contrato, o lo que es lo mismo, hacerlo mediante un contrato verbal. Sin embargo, la ausencia de contrato por escrito puede (y suele) generar más dudas y conflictos entre el propietario y el inquilino, precisamente, al no tener un documento que recoja por escrito claramente las obligaciones, los derechos y la fecha de vigor del arrendamiento.

Una de las dudas más importantes es si es posible subir el alquiler en un contrato verbal, ya que muchos propietarios creen que, en estos casos, no es necesario justificar una subida de la renta, pero esto no es cierto.

La validez del arrendamiento verbal

Como decimos, aunque un contrato verbal es reconocido por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y el Código Civil, la falta de formalización genera incertidumbre tanto para el propietario como para el inquilino.

Dicho esto, ambos, arrendador y arrendatario, tienen exactamente los mismos derechos y obligaciones que tendrían si hubieran firmado un contrato, lo que, en este caso, significa que el propietario puede subir el alquiler al inquilino en los mismos términos que estipula la ley.

Subida de alquiler en contratos verbales

Al no existir contrato escrito, no hay una cláusula pactada que determine cómo debe hacerse una subida. Sin embargo, la ley establece que la renta solo puede ser modificada una vez al año y debe estar basada en un índice oficial, como el IPC o el IGC.

En otras palabras, la subida del alquiler no puede ser arbitraria, ni en cuanto a cantidad ni en cuanto a número de veces que se hace en el mismo año: debe atenerse a lo que dice la ley, sin importar que no exista contrato escrito.

¿Cómo subir el alquiler en alquileres con acuerdo verbal?

Si bien en los contratos verbales no se especifican las condiciones de subida, el propietario debe contar con algún tipo de prueba para justificarla.

Así, si desea subir el alquiler a su inquilino, debe tener pruebas que respalden la existencia de un acuerdo de alquiler y la cantidad acordada. Esto puede incluir los pagos efectuados a través de transferencias bancarias, emails de confirmación de pago o recibos que demuestren, entre otras cosas, la fecha de inicio del alquiler, importantísimo a la hora de justificar la subida del alquiler.

De no haber tales pruebas, cualquier intento de incrementar la renta podría ser considerado ilegal y el inquilino podría rechazarlo. Es más, si no hay justificación para la subida y el propietario decide hacerlo de forma unilateral, podría llegar a considerarse una forma de presión para que el inquilino abandone la vivienda (coacción), cuyas consecuencias legales para el propietario son mucho más graves.

Los riesgos de los alquileres sin contrato escrito

1. Difícil prueba de acuerdo

En situaciones de alquiler verbal, si surge un conflicto, como una disputa sobre el precio del alquiler, la duración del contrato, las condiciones de la vivienda o la subida de la renta, ninguna de las dos partes tiene un respaldo claro que avale su versión.

En este caso, ambas partes tendrían que demostrar con otros medios que existió un acuerdo y en qué condiciones.

2. Posibles demandas judiciales

Si no se llega a un acuerdo amistoso, cualquiera de las partes (propietario o inquilino) puede presentar una demanda judicial para resolver el conflicto. Dependiendo del asunto que esté en disputa, como una subida de alquiler injustificada o el incumplimiento de alguna de las partes, el juez decidirá según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y el Código Civil, si llegara a ser necesario.

3. Posibles sanciones al propietario

Es importante recordar que el propietario debe declarar el alquiler en la renta incluso si no existe contrato escrito. Sin embargo, si tiene problemas para demostrar la procedencia de dichos ingresos, es posible que Hacienda sospeche y que, finalmente, termine sancionándolo.

Alquila tu piso con contrato y con el alquiler asegurado

En Wolo tenemos claro que firmar un contrato de alquiler es lo mejor tanto para el propietario como para el inquilino. Por eso, nos hemos especializado en alquileres de larga duración y ofrecemos al propietario un servicio de alquiler seguro, una protección absoluta contra impagos:

Si el inquilino no paga, nosotros te pagamos a ti el alquiler y le solicitamos a él la deuda pendiente, no contigo, sino con nosotros. Y todo desde el primer día y hasta que se produzca el desahucio (si fuera necesario), cuyos costes también asumimos nosotros.

No te la juegues alquilando tu vivienda sin contrato ni haciéndolo sin garantías económicas. Alquílala con Wolo (y con contrato) y vive con la tranquilidad de tener tu dinero asegurado pase lo que pase.

El problema de la gentrificación

La gentrificación: definición, causas y consecuencias de este fenómeno

La gentrificación es uno de los fenómenos urbanos más debatidos en las últimas décadas. A simple vista puede parecer una transformación positiva de los barrios, pero detrás de ello se esconde una realidad mucho más compleja.

En este artículo de Wolo analizamos qué es la gentrificación, qué la causa y cuáles son sus consecuencias. También veremos cómo influye en el precio de la vivienda y por qué se ha convertido en un problema estructural en muchas ciudades del mundo.

¿Qué significa gentrificación?

La gentrificación es un proceso de transformación urbana en el que un barrio popular o con rentas medias-bajas experimenta una revalorización progresiva. Esto suele ocurrir cuando nuevos residentes con mayor poder adquisitivo se instalan en la zona, lo que genera cambios en el comercio local, en la oferta cultural y, sobre todo, en el precio de las viviendas.

El término “gentrificación” proviene del inglés gentry, que hace referencia a la clase media-alta o acomodada. Así, este fenómeno implica la llegada de esta nueva clase social (la mayoría, extranjeros) a barrios tradicionalmente habitados por personas con menores recursos, quienes en la mayoría de casos se ven obligadas a mudarse a otras zonas con precios más asequibles.

Causas de la gentrificación

La verdad es que el fenómeno de la gentrificación es global, y sus causas son complejas, tanto que varían de un lugar a otro. No obstante, hablaremos de los rasgos comunes que existen en cualquier parte del mundo donde tiene lugar este fenómeno.

Políticas urbanísticas e inversión inmobiliaria

Uno de los factores que impulsa la gentrificación es la intervención institucional. Muchas ciudades promueven planes de renovación urbana para atraer inversión, turismo o nuevos residentes.

Estos proyectos, aunque presentados como mejoras, suelen provocar un aumento del valor del suelo y atraen el interés de promotores inmobiliarios que buscan maximizar beneficios sin importar las consecuencias.

Atractivo cultural de los barrios tradicionales

Los barrios que conservan un fuerte carácter identitario, con historia, diversidad cultural o una estética singular, suelen ser objeto de gentrificación.

Esta autenticidad atrae nuevos habitantes con mayor poder adquisitivo que buscan precisamente esa “vida de barrio”, aunque su llegada transforme por completo el entorno original, como también ocurre con el turismo masivo, fuertemente relacionado con la gentrificación.

Escalada del mercado inmobiliario

La dificultad para encontrar vivienda en zonas céntricas o consolidadas (sobre todo en las grandes ciudades como Málaga, Madrid o Barcelona) empuja a las clases medias a buscar alternativas más asequibles en barrios cercanos.

Este traslado eleva la demanda en esas áreas, lo que provoca un incremento en los precios del alquiler y la venta de viviendas, acelerando el proceso. Esto es la pescadilla que se muerde la cola, es decir, la gentrificación va expandiéndose desde su lugar original hacia las zonas aledañas, por lo que, al menos en el plano teórico, llegaría un momento en que toda la ciudad estaría gentrificada.

Consecuencias de la gentrificación

Si bien la gentrificación tiene algunas ventajas, como la mejora de la infraestructura y la economía de los barrios gentrificados, nos centraremos en las consecuencias más bien negativas de este fenómeno.

Desplazamiento de los residentes originales

Una de las consecuencias más graves es el desplazamiento de los habitantes de toda la vida. Al aumentar los precios, muchas familias no pueden asumir los nuevos costes de alquiler o hipoteca, y se ven forzadas a abandonar el barrio. Esto no solo supone una pérdida de vivienda, sino también de redes sociales, educativas, laborales y emocionales.

Precisamente, la gentrificación trae consigo una paradoja, y es que el encanto original del barrio va desapareciendo conforme la población nativa lo va abandonando, con la consecuente pérdida de la identidad tradicional de la zona, uno de los principales atractivos que impulsa la gentrificación.

Transformación del tejido social y económico

La llegada de nuevos residentes con hábitos, gustos y niveles económicos diferentes puede romper el equilibrio del barrio. Así, se sustituyen comercios tradicionales (tiendas, restaurantes típicos, etc.) por negocios más orientados al consumo turístico o al estilo de vida de las clases medias-altas (alquiler de vehículos urbanos, grandes franquicias, boutiques de lujo, etc.).

Esto, una vez más, genera una pérdida de identidad comunitaria y aumenta la sensación de exclusión entre quienes deciden permanecer como puedan.

Incremento de la desigualdad urbana

La gentrificación acentúa las diferencias entre barrios ricos y pobres. Mientras unas zonas se embellecen y revalorizan, otras quedan relegadas a un segundo plano, sin inversiones ni servicios adecuados.

Este fenómeno alimenta la segregación urbana y contribuye a una ciudad más desigual y fragmentada, tanto en el plano económico como social.

Impacto de la gentrificación en el precio de la vivienda

No hay duda de que la relación entre gentrificación y precio de la vivienda es directa y contundente.

A medida que un barrio se vuelve más atractivo para la inversión y para nuevos residentes con mayor poder adquisitivo, los precios de alquiler y compra se disparan. Esto tiene un doble efecto:

  • Por un lado, incrementa el valor del suelo, lo que genera beneficios a propietarios y promotores.
  • Por otro lado, convierte la vivienda en un bien inaccesible para buena parte de la población que antes sí podía vivir allí.

El resultado es un mercado más especulativo, menos accesible y cada vez más alejado de su función principal: garantizar el derecho a una vivienda digna.

Posibles medidas contra la gentrificación

El fenómeno de la gentrificación, como dijimos antes, es muy complejo y muchas veces detrás de ella se encuentran grandes promotores inmobiliarios a los que no siempre se puede (o se quiere) poner límites.

Sin embargo, sí que podemos hablar de ciertas medidas que podrían reducir o, como mínimo, poner ciertos límites a este proceso.

1. Regulación del precio del alquiler

Al menos sobre el papel, una de las medidas más efectivas es establecer límites al aumento del precio del alquiler, justamente, algo que sigue generando debate después de los últimos cambios en la ley de vivienda de 2023.

Las leyes de control de rentas pueden evitar que los propietarios suban los precios de forma desproporcionada tras una revalorización del barrio. Estas políticas deben ir acompañadas de mecanismos de inspección y sanción para garantizar su cumplimiento, con especial control de los alquileres turísticos y temporales.

2. Impulso de la vivienda pública y asequible

Por supuesto, no todas las medidas deben ser relativas a los propietarios y a los precios de la vivienda. El fortalecimiento del parque de vivienda social asequible es clave para garantizar que las familias de rentas bajas puedan seguir viviendo en zonas tensionadas.

Esto implica tanto la construcción de nuevas viviendas como la rehabilitación de edificios existentes para uso público, con criterios de permanencia y acceso justo. Para ello, se necesita de una gran inversión, ya sea del Estado o del sector privado, además de destinar esas viviendas exclusivamente a familias con menos recursos.

3. Limitación del alquiler turístico

Las plataformas de alquiler vacacional han contribuido significativamente a la expulsión de residentes en muchos barrios. Restringir el número de licencias turísticas, especialmente en zonas con alta presión inmobiliaria, ayuda a proteger el uso residencial del suelo urbano y evita la conversión de viviendas en alojamientos turísticos de corta estancia.

De hecho, el 1 de julio entraron en vigor algunas medidas dirigidas a establecer un mayor control sobre este tipo de alquileres y de plataformas. En este otro post te contamos todas las novedades.

4. Protección del comercio local

El pequeño comercio, el que más contribuye a la vida típica del barrio, también es uno de los principales damnificados por la gentrificación. Por ello, establecer normativas que lo protejan frente a grandes cadenas (como moratorias, ayudas al alquiler o ventajas fiscales) ayudaría a mantener la identidad de los barrios y preservar el tejido económico vecinal.

5. Participación ciudadana en la planificación urbana

Incluir a vecinos y colectivos locales en los procesos de diseño urbano evita decisiones que favorezcan la especulación. Los presupuestos participativos, las consultas públicas y las mesas de diálogo son herramientas para construir barrios con una planificación más justa, inclusiva y democrática.

6. Zonificación inclusiva

Esta política obliga a las promotoras privadas a destinar un porcentaje de sus proyectos residenciales a vivienda asequible. Es una forma de asegurar diversidad social en nuevos desarrollos urbanos y evitar la expulsión de población por cambios drásticos en la composición del barrio.

7. Observatorios urbanos y seguimiento de datos

Tener datos fiables sobre el mercado inmobiliario, la población residente y los cambios socioeconómicos en los barrios permite tomar decisiones basadas en evidencias. Crear observatorios urbanos o unidades de vigilancia de la gentrificación es fundamental para reaccionar a tiempo ante signos de desplazamiento.

Como agencia inmobiliaria online, en Wolo siempre estamos atentos a las novedades en el sector del alquiler y de la compra, para ofrecer información detallada y neutral sobre las cuestiones que afectan tanto propietarios como inquilinos, como la gentrificación.

Si estás pensando en vender tu vivienda o buscas un alquiler seguro de larga duración, en Wolo te ofrecemos un servicio integral y transparente.

Contamos con un equipo de expertos que se encargará de todo el proceso, asegurando la mejor rentabilidad para ti y la tranquilidad en cada paso.

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Las mejores alarmas para casa antiokupas

Las mejores alarmas para hogar: ¿cuál elegir?

Aunque la probabilidad de sufrir una okupación puede darse durante todo el año, el verano es la época donde más casos se producen.

Existen una serie de medidas antiokupación que todos deberíamos conocer, pero, junto a las puertas blindadas, la opción de instalar una alarma de hogar suele ser la más efectiva: no solo disuade al intruso, sino que da aviso a la policía para que actúe lo más rápidamente posible.

Así, con el verano a la vuelta de la esquina, y tanto si eres propietario como inquilino, en este artículo queremos hablarte de las mejores alarmas para hogar que existen en España, para ayudarte a elegir la opción que más se adapte a tus necesidades.

¿Por qué es importante tener una alarma en casa?

Contar con un sistema de alarma en casa no solo es una forma de proteger nuestra vivienda, sino también de tener un mayor control sobre nuestra seguridad.

Las alarmas modernas ofrecen ventajas como la conexión con aplicaciones móviles, el monitoreo remoto y la integración con otros dispositivos inteligentes en el hogar.

Además, algunas opciones permiten el monitoreo profesional de la seguridad, lo que añade una capa extra de tranquilidad.

Las mejores empresas de alarmas para el hogar en España

En el mercado español existen numerosas opciones, cada una con características distintas que pueden adaptarse a diferentes necesidades. Abajo analizamos las empresas más destacadas.

Securitas Direct

Securitas Direct es una de las compañías más reconocidas en el sector de las alarmas. Ofrecen una amplia variedad de servicios, destacándose por su sistema de monitoreo 24/7 a través de la Central Receptora de Alarmas (CRA). Con la aplicación My Verisure, podrás controlar tu alarma desde cualquier lugar, lo que te permite recibir notificaciones en tiempo real y gestionar la seguridad de tu hogar de forma cómoda.

Uno de sus mayores puntos a favor es la instalación incluida y la posibilidad de adaptarse a diferentes tipos de viviendas, desde pisos hasta chalets. Además, aunque la cuota mensual es algo elevada, la tranquilidad que ofrece un sistema de seguridad profesional puede valer la inversión.

Movistar Prosegur Alarmas

Movistar Prosegur Alarmas se presenta como una opción muy competitiva, especialmente para aquellos que ya están familiarizados con la tecnología de Movistar. Este sistema ofrece una instalación sin coste adicional y un monitoreo profesional, similar al de Securitas Direct. Además, su sistema de seguridad cuenta con una tecnología antiinhibición, lo que refuerza la protección contra intentos de acceso a la vivienda.

El control de la alarma se puede realizar a través de la app móvil, y permite configurar zonas específicas en el hogar, lo que resulta útil si se tienen mascotas. Su cuota mensual es también similar a la de Securitas Direct, lo que convierte a esta opción en una de las más completas del mercado.

ADT Seguridad

Con ADT, obtienes un sistema de alarma con dispositivos inteligentes que se pueden integrar con otros dispositivos del hogar. Esto es ideal si ya utilizas tecnología domótica en tu casa. La compañía ofrece una instalación inicial gratuita y un servicio de monitoreo 24/7 a través de su Central Receptora de Alarmas.

Una de las características destacadas de ADT es la posibilidad de incorporar cámaras de seguridad, tanto de interior como de exterior, lo que te permitirá tener un control visual en tiempo real de lo que sucede alrededor de tu vivienda.

Segurma

Segurma se diferencia por su enfoque en sistemas de alarma que protegen no solo contra intrusos, sino también contra incendios y otros incidentes. Ofrecen una opción de control remoto a través de su aplicación móvil, permitiéndote supervisar tu hogar desde cualquier lugar. El sistema también incluye fotodetectores que mejoran la precisión de la detección de movimientos, evitando falsas alarmas.

Su cuota mensual es más económica que las opciones anteriores, lo que lo convierte en una excelente alternativa si buscas una alarma eficaz sin comprometer tanto tu presupuesto.

Sector Alarm

Aunque menos conocida que las empresas anteriores, Sector Alarm destaca por su servicio personalizado y su tecnología avanzada.

Su sistema de alarma incluye monitoreo 24/7, detección avanzada gracias a sensores de movimiento con cámara y detectores de humo integrados en casi todos sus kits, una característica destacada en el sector. Con su aplicación móvil intuitiva, puedes controlar la alarma, visualizar cámaras en vivo y recibir notificaciones en tiempo real.

A pesar de ser de origen noruego, las prestaciones que ofrecen sus alarmas ya han convertido a Sector Alarma en una de las mejores empresas del sector en nuestro país.

EmpresaPrecio mensualInstalaciónMonitoreo 24/7SensoresCámaras de seguridadControl remoto (App)Servicios adicionales
Securitas DirectDesde 44,90 €/mesIncluidaSensores de movimiento, humoProtección contra incendios, servicio de atención al cliente
Movistar ProsegurDesde 44,90 €/mesIncluidaSensores de movimiento, anti-inhibiciónControl parcial con mascotas, servicio de atención al cliente
ADT SeguridadDesde 42,35 €/mesIncluidaSensores de movimiento, humoSí (interior/exterior)Integración con domótica, cámaras, protección contra incendios
SegurmaDesde 19,90 €/mesIncluidaSensores de movimiento, fotodetectoresNoProtección contra incendios, monitoreo a través de app
Sector AlarmDesde 39,95 €/mesIncluidaSensores de movimiento, humoMonitoreo 24/7, atención al cliente, instalación profesional

Consejos para elegir la alarma adecuada para tu hogar

A la hora de elegir la mejor alarma para tu hogar, es importante tener en cuenta diversos factores que te ayudarán a seleccionar la opción que mejor se adapte a tus necesidades y presupuesto.

1. Tipo de protección que necesitas

Existen alarmas diseñadas específicamente para distintos tipos de protección. Por ejemplo, si te preocupa principalmente el robo, elige una alarma con sensores de movimiento, cámaras de seguridad y conexión a una Central Receptora de Alarmas (CRA).

Si también quieres proteger tu hogar contra incendios o inundaciones, busca un sistema que incluya detectores de humo o de agua.

2. Monitoreo y asistencia profesional

Las alarmas con monitoreo profesional garantizan que un equipo de seguridad esté al tanto de cualquier alerta en tiempo real y pueda actuar rápidamente. Esto es especialmente importante si no puedes reaccionar tú mismo ante una alarma. Luego, si prefieres tener un control completo, algunas alarmas permiten monitoreo desde una app móvil, pero sin asistencia externa.

3. Cuotas mensuales

Las alarmas con monitoreo profesional generalmente tienen una cuota mensual que incluye la conexión con la Central Receptora de Alarmas. Para evitar este gasto recurrente, existen opciones sin cuotas que solo requieren la compra e instalación de los dispositivos. En este caso, el monitoreo dependerá de ti.

4. Compatibilidad con dispositivos inteligentes

Las alarmas más modernas ofrecen integración con sistemas de domótica. Si ya tienes dispositivos inteligentes en casa, como termostatos, cámaras o cerraduras, asegúrate de que el sistema de alarma sea compatible con ellos. Esto te permitirá controlar todos los dispositivos desde una sola app y mejorar la eficiencia de tu hogar.

5. Cobertura y tamaño del hogar

Considera el tamaño de tu vivienda y las áreas que deseas proteger. En una casa grande o de varias plantas, necesitarás más sensores o cámaras para garantizar una cobertura adecuada. En cambio, si tienes un piso pequeño, tal vez un sistema básico sea suficiente.

6. Cámara de seguridad

Las cámaras de seguridad ofrecen una capa extra de protección, permitiéndote monitorear tu hogar en tiempo real a través de una aplicación en tu móvil. Algunas cámaras también cuentan con funcionalidades como visión nocturna o grabación de vídeo, lo cual es ideal para detectar intrusos de manera más efectiva.

7. Fiabilidad y soporte al cliente

Hay que elegir una marca de alarmas confiable que ofrezca un buen servicio de soporte al cliente. Asegúrate de que la empresa tenga una buena reputación, tanto en cuanto a la fiabilidad de sus sistemas como en su servicio postventa, para resolver problemas o dudas rápidamente.

Teniendo en cuenta estos factores, podrás tomar una decisión informada sobre la mejor alarma para tu hogar, asegurándote así que tu vivienda esté protegida de manera fiable y al coste que puedas asumir.

¿Eres propietario de un piso vacío? Blíndalo alquilándolo al mejor inquilino

Si bien la efectividad de las alarmas para hogar está demostrada, existe una forma de reforzar (aún más) la seguridad de una vivienda vacía: alquilarla a un inquilino de larga estancia.

Efectivamente, un piso vacío, aunque tenga un propietario, no es residencia habitual de nadie, lo que lo convierte en uno de los principales objetivos de los intrusos. Sin embargo, al alquilarla, la vivienda se convierte en el domicilio legal del inquilino y cualquier intrusión no sería una okupación, sino un allanamiento de morada, un delito más grave que el primero.

Además, al tratarse de una vivienda, la policía podría expulsar al intruso nada más descubrir que ha accedido al inmueble, sin necesidad de orden judicial, como ocurre en la okupación.

Por todo ello, si eres propietario de una vivienda vacía y temes que te la roben o te la okupen, alquilarla es la manera más efectiva de disuadir a los intrusos, tengas instalada una alarma de hogar o no.

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Llegan las restricciones al alquiler temporal: el nuevo registro obligatorio arranca el 1 de julio

Llegan las restricciones al alquiler temporal: el nuevo registro obligatorio arranca el 1 de julio

No hace mucho, en nuestro artículo sobre la nueva ley de alquileres temporales hablamos de las restricciones que se pondrían a este tipo de arrendamientos.

Efectivamente, a partir del 1 de julio de 2025, los propietarios de viviendas destinadas al alquiler de corta estancia en España (alquiler turístico o de temporada) deberán inscribirse obligatoriamente en un Registro Único de Arrendamientos, también conocido como Ventanilla Única Digital de Arrendamientos.

Esta nueva normativa, derivada del Reglamento (UE) 2024/1028 y articulada a nivel nacional mediante el Real Decreto 1312/2024, busca poner orden en un mercado que, hasta ahora, ha operado con escasa supervisión y ha generado importantes desequilibrios en muchas ciudades.

¿Qué cambia a partir de julio en los alquileres temporales?

El cambio más importante es la obligatoriedad de registrar las viviendas que se alquilen por cortos periodos, especialmente a través de plataformas como Airbnb o Booking. Los propietarios tienen hasta el 1 de julio para aportar datos como la referencia catastral del inmueble, su localización, el tipo de alojamiento (vivienda completa o por habitaciones) y la normativa autonómica que lo regula, un trámite que se llevará a cabo en el Colegio de Registradores.

Una vez completado el registro, se les asignará un número identificador único que será obligatorio para publicar el anuncio en cualquier portal digital. Sin este número, las plataformas no podrán mostrar la propiedad.

Esta obligación afecta a aquellas plataformas que ofrezcan la posibilidad de alquilar de manera remota, es decir, realizar la reserva y el pago de la estancia, lo que deja fuera a los portales inmobiliarios “tradicionales”, donde solo se muestran los anuncios de las viviendas en alquiler, y a las agencias inmobiliarias físicas.

Una respuesta a un problema cada vez más urgente

Detrás de esta medida no solo hay un objetivo de transparencia y control por parte de las autoridades.

Y es que el auge de los alquileres de corta duración ha sido una de las principales causas de la escalada de los precios del alquiler residencial en muchas ciudades españolas. En zonas como Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga o Palma de Mallorca, miles de viviendas han salido del mercado tradicional para destinarse al turismo, lo que ha reducido la oferta disponible para residentes y tensionado los precios.

Este fenómeno ha generado una fuerte presión sobre los barrios más céntricos y atractivos, donde la gentrificación se ha acelerado: los vecinos tradicionales son desplazados por nuevos residentes temporales (normalmente turistas), lo que transforma la estructura social y económica del barrio. Comercios de proximidad cierran para dar paso a tiendas orientadas al visitante, y la vida comunitaria se diluye.

Además, la falta de control ha facilitado el fraude fiscal, el uso de viviendas sin licencia y situaciones de inseguridad jurídica para los inquilinos y para las comunidades de propietarios, que muchas veces ven cómo la rotación constante de huéspedes altera la convivencia.

Un paso hacia la regulación europea

La nueva normativa responde a una iniciativa de la Unión Europea que pretende armonizar la regulación del alquiler de corta duración en los Estados miembros, exigiendo a las plataformas intermediarias que colaboren con las autoridades y compartan información sobre los alojamientos y sus propietarios. España es uno de los primeros países en aplicar el reglamento de forma íntegra, anticipándose a otros socios comunitarios.

Con esta medida, se pretende lograr un equilibrio entre la actividad turística y el derecho a una vivienda asequible, protegiendo a los residentes permanentes sin castigar al pequeño propietario que decide alquilar su segunda vivienda unos días al mes.

En definitiva, a partir de julio se abre una etapa de adaptación que probablemente traerá polémica y tensiones. Así, mientras que asociaciones vecinales pueden celebrar la medida, algunos propietarios ya han mostrado su preocupación por el aumento de la burocracia, quienes deben saber que, si no cumplen con las nuevas obligaciones, se arriesgan a sanciones que van desde multas hasta la revocación de las licencias turísticas, en los casos más graves o de reincidencia.

Queda por ver el impacto real que tendrá el registro, pero lo que está claro es que la era del alquiler turístico sin control toca a su fin. Con una normativa clara, un sistema de seguimiento centralizado y la implicación de las plataformas digitales, se abre una nueva fase en el mercado del alquiler en España.

¿Hacia un futuro con cada vez menos alquileres temporales?

Guste o no, está claro que los alquileres temporales serán cada vez más restrictivos. En el lado opuesto, están los alquileres de larga duración, que siguen teniendo más beneficios para los propietarios.

De hecho, ni siquiera el tope a los precios en las zonas tensionadas debería ser un disuasorio, pues, siempre que se trate de un pequeño propietario y que la vivienda estuviera alquilada antes, el propietario podrá mantener el mismo precio en el nuevo contrato incluso si supera el fijado por el índice de precios.

Pero, al margen del límite de precios (si aplica), los alquileres de larga duración tienen muchas ventajas de las que carece el temporal y turístico:

  • Los ingresos son constantes: para que un alquiler turístico o temporal sea rentable, se debe conseguir una ocupación mínima del 60% mensual. En cambio, en un alquiler de larga duración, el propietario siempre recibe el alquiler equivalente a 30 días, mes a mes y sin excepciones.
  • El inquilino asume más gastos: en un alquiler de larga estancia el inquilino puede hacerse cargo del pago de los suministros e incluso de otros gastos como el seguro de la vivienda, la comunidad y el IBI (siempre que se negocie con él).
  • Deducciones fiscales: los alquileres temporales tienen una carga impositiva del 100%, mientras que los de larga estancia tienen, como máximo, el 50%, y puede bajar al 10% en algunos casos recogidos en la ley. Básicamente, en un alquiler temporal potencialmente se podrá ganar más dinero, pero también habrá que pagar más a Hacienda. Hay que hacer bien las cuentas para ver qué compensa más…
  • La gestión es mínima: una vez firmado el contrato de alquiler, el propietario puede “olvidarse” y solo estar pendiente de recibir el alquiler, mientras que los alquileres turísticos o temporales implican estar constantemente encima: limpieza de la vivienda, comunicación con inquilino tras inquilino, etc.
  • Mayor cuidado de la vivienda: la vivienda alquilada se convierte en la residencia habitual del inquilino, por lo que tendrá más cuidado con ella (y cualquier daño causado que sea responsabilidad suya, será él quien lo repare). En un alquiler temporal o turístico, en cambio, raras son las veces en que no se produce ningún daño que, posiblemente, tendrá que asumir el propietario.
  • Mejor seguro antiokupas: retomando lo de vivienda habitual, contar con un inquilino de larga duración es el mejor seguro antiokupas, ya que una intrusión en la vivienda se consideraría allanamiento de morada y no “okupación”, y la policía podría desalojar inmediatamente al intruso. Pero en una vivienda que no es residencia de nadie… la cosa cambia, y mucho.

Wolo, el alquiler de larga estancia digital y asegurado

En Wolo estamos especializados en el alquiler seguro para largas estancias. Así, como expertos en el sector y siendo conscientes de todo lo que implica un alquiler de vivienda habitual, ofrecemos a los propietarios las herramientas y los servicios que necesitan para alquilar su piso de manera segura:

  • Alquiler Garantizado: te aseguramos el cobro del alquiler de manera puntual, sin excepciones, esperas ni retrasos, y eso aunque el inquilino no pague. Mucho mejor que cualquier seguro de impago de alquiler.
  • Búsqueda de inquilinos: encontramos a los inquilinos perfectos para tu vivienda, lo que incluye la realización de un minucioso estudio de solvencia de los candidatos.
  • Gestión de desahucios: si llegara a ser necesario, nos encargamos de todo el proceso para desahuciar al inquilino, y tú, el tiempo que tarde en producirse el lanzamiento, seguirás cobrando el alquiler sin excepción ni límite de tiempo.

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¿Es posible vender una vivienda que sirve de aval?

¿Se puede vender un piso que está puesto como aval?

Si tienes un piso que pusiste como aval en su día y ahora te estás planteando venderlo, es normal que te entren dudas. ¿Se puede? ¿Te dejarán? ¿Hay alguna forma de hacerlo legalmente?…

La respuesta corta es sí, se puede vender una vivienda que está como aval, pero, como te contamos en este artículo, no es tan sencillo como vender cualquier otro inmueble.

¿Qué significa que una casa esté como aval?

Cuando una vivienda actúa como aval, significa que se ha usado para garantizar el pago de una deuda (normalmente un préstamo, una hipoteca o incluso una deuda de otra persona).

En caso de que no se pague lo que se debe, el acreedor puede reclamar esa casa como forma de pago.

Vender una vivienda con aval: garantía personal y garantía real

En esta situación, en la que queremos vender nuestra vivienda puesta como aval, tenemos que revisar las condiciones del aval que firmamos. Así, no es lo mismo la garantía personal que la garantía real, dos casos que marcan la diferencia a la hora de vender.

Garantía personal

En una garantía personal, el avalista responde ante la deuda contraída por el tercero con todo su patrimonio, tanto presente como futuro. En este tipo de aval, no solo respondemos con nuestra vivienda, sino también con nóminas, otros ingresos que tengamos y cualquier otra propiedad.

Dicho de otra forma, no existe un bien específico que embargar, llegado el caso, sino todo el patrimonio en su conjunto. Así, si se firma como garante personal, se puede vender la vivienda sin mayor complicación, pues el acreedor contaría con otras “fuentes” de las que cobrar su deuda.

Garantía real

Por su parte, en la garantía real, el avalista responde con un bien concreto (la vivienda, normalmente) y no con todo su patrimonio. Es una forma más segura de avalar, pero también tiene un contra: si se quiere vender la vivienda puesta como aval, habrá que venderla con esta carga o cancelarla.

Esta información, es decir, que una vivienda a la venta es aval de otra, aparece en el Registro de la Propiedad, y es realmente difícil que un comprador quiera adquirirla mientras pese sobre ella un aval: ¿quién compraría un piso sabiendo que el acreedor podría embargarlo ante los impagos de un tercero al que, posiblemente, ni siquiera conozca?…

¿En qué casos se puede vender siendo avalista real?

Si un avalista real (no personal) quiere vender la vivienda, tiene las siguientes maneras de hacerlo:

1. Cancelar el aval

En este caso, habrá que hacer los trámites para cancelar oficialmente el aval con el banco, algo nada fácil, por otra parte.

Para ello, es necesario negociar con la entidad financiera, que suele dar una respuesta negativa ante la posibilidad de perder sus garantías de pago, la vivienda del avalista. Si no acepta, también se puede cancelar el aval mediante la subrogación de la hipoteca, es decir, que la persona que contrató la hipoteca se la lleve a otro banco que no le exija la figura del aval.

Tanto en el caso de cancelar el aval como en el de subrogar el préstamo (que suelen conllevar gastos asociados), la vivienda volvería a estar libre y se podría vender como cualquier otra.

2. El banco te da permiso

Si aún hay deuda pendiente, otra opción es hablar con el banco y pedir su autorización para vender. Si aceptan, normalmente pondrán condiciones, como por ejemplo que parte del dinero de la venta se use para cancelar la deuda o liberar el aval.

De hecho, en la práctica esto se hace mucho: el comprador paga una parte directamente al banco y el resto al vendedor.

3. Se sustituye por otro aval

Por último, en algunos casos, el banco puede aceptar que pongas otro bien como garantía (otro inmueble, parcelas de terreno, etc.) a cambio de liberar la que quieres vender.

No siempre es posible, ya que la mayoría de la gente no cuenta con más de una propiedad a su nombre, pero es una tercera vía que se puede explorar.

¿Cómo se vende una vivienda puesta como aval?

No existen diferencias mayores a la hora de vender una vivienda “libre” y otra puesta como aval, más allá de la cuestión de la garantía real:

  1. Pide una nota simple en el Registro para ver exactamente qué cargas tiene la casa.
  2. Habla con el banco o acreedor para explicar tu intención de vender y preguntar qué opciones tienes.
  3. Negocia una solución: cancelación anticipada, sustitución del aval o venta con autorización.
  4. Si llegas a un acuerdo, firma un contrato de compraventa condicionado (que dependa de que el banco acepte).
  5. Cuando todo esté en regla, acude al notario para firmar la venta y, si toca, también la cancelación de la carga.
  6. Inscribe la operación en el Registro de la Propiedad para dejarlo todo limpio y legal.

Consejos si estás pensando en vender tu vivienda

Como en cualquier operación de compraventa, vender una casa puesta como aval requiere, en primer lugar, paciencia para llevar a cabo todas las gestiones añadidas que supone la situación.

Por otra parte, y aunque lo normal es que el comprador consulte la información sobre la vivienda en el Registro de la Propiedad, lo mejor es ser claro desde el principio y comunicarle la situación para explorar todas las vías posibles, aun a sabiendas de que es difícil vender mientras no se extinga el aval.

En último lugar, y ya que a nivel legal es todo un poco más complicado, siempre vendrá bien contar con la ayuda de un gestor o un abogado que te ayude a no dejar cabos sueltos.

Vende tu vivienda con Wolo y no pagues de más

Como vemos, la buena noticia es que sí puedes vender una casa que está como aval, pero la clave está en hacerlo bien: con el visto bueno del banco o cancelando la carga antes de vender. Es un proceso delicado, pero no imposible.

Por ello, en Wolo te ofrecemos un equipo de expertos para ayudarte en el proceso y que consigas vender tu vivienda con la mayor rapidez posible.

Además, nos ocupamos de todo lo que conlleva la venta (tasación, publicación y difusión del anuncio, visitas…) y nuestra comisión es siempre la misma, esté donde esté la vivienda y tenga las características que tenga.

Que el aval no te impida vender tu vivienda en las mejores condiciones: ponte en contacto con nosotros y obtén el mayor beneficio posible.